Antoni Ballester de bebéSobre mí

Pasión y dedicación a la enseñanza.

Soy un superviviente del sistema educativo. A los ocho años me denegaron una beca por falta de capacidad y a los catorce tuve que cambiar de escuela por falta de rendimiento académico y suspender varias asignaturas. Todos pensaron que no servía para estudiar.

Las dificultades familiares y escolares de mi juventud han hecho que desde entonces me llamara la atención cómo unos profesores nos “dictaban” clase siempre desde el punto de vista del profesor e imponían su autoridad y otros se la ganaban; nos llevaban al cine, de excursión o nos hacían hacer una revista.

Aquí empezó mi interés por la metodología. En el último curso del instituto la nota media de una asignatura no llegaba a cinco, pero el equipo docente decidió aprobarme el curso. Si los profesores me hubieran hecho repetir por una sola asignatura, no hubiera continuado mi escolaridad, lo hubiera dejado. ¡Qué importantes son las decisiones que tomamos los maestros para las personas!

Suspendí la selectividad dos veces, no la tengo aprobada, accedí a Magisterio porque entonces no se necesitaba. Si hubieran restringido el acceso, yo no hubiera sido maestro. En los estudios de Magisterio descubrí mi auténtica vocación. Tuve notas excelentes y matrículas de honor. Recibí el título de maestro y para los alumnos que tenían las mejores notas nos daban el acceso directo a funcionario del Estado.

Así, a los 18 años tenía el título de profesor de EGB y a los 20 empecé en la enseñanza, ahorrándome la oposición a maestro de primaria. Por lo que me enseñaron en Magisterio, por lo que aprendí en las prácticas y por mis primeras clases, enseguida me di cuenta de que la clase no se “daba”, sino que el trabajo del profesor se basa en motivar e inspirar al alumno hacia el aprendizaje. Soy un maestro, como muchos otros compañeros, que desde siempre he invertido en mi formación y en mejorar mi docencia, que siento como una actividad apasionante. Participé en las épocas doradas de la formación de profesores y de la innovación.

Cuando terminaba el curso escolar, me iba a las Escuelas de Verano de Rosa Sensat en Barcelona donde asistía a las conferencias de otros maestros, a la presentación de prácticas, al intercambio de información, a los cursos de recursos didácticos y compraba, leía y consultaba libros de didáctica. Luego estudié la licenciatura e hice la tesis doctoral sobre el aprendizaje significativo, los recursos didácticos y la enseñanza de la geografía.

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Llevo más de 35 años transitando por las aulas y pasillos de los centros escolares. Soy el creador del método Ballester de aprendizaje que empecé a practicar a raíz de mi tesis doctoral. Junto con un equipo de docentes, pudimos investigar y poner en práctica que, si los maestros ponemos el foco en el aprendizaje significativo del niño, el rendimiento académico mejora de manera notable y bajan de manera radical los problemas derivados de la disciplina.

Al responder a las preguntas ¿cómo hacer para que mis alumnos aprendan más? ¿Qué puedo modificar en mi práctica docente para que mis alumnos muestren interés por el conocimiento y que, además, aprendan y sean más felices? ¿Por qué los alumnos no recuerdan los contenidos? Todo ello tiene una explicación que va más allá de mi fuerte interés profesional; el porqué de mi cabezonería e insistencia, en querer dar respuestas a todas estas preguntas y cada vez afinar con mayor precisión mi método no es otro que mi propia historia de fracaso escolar personal.

Aquello que me ha permitido no desfallecer continuamente cuando en muchas ocasiones ofrecía mi método y me cerraban las puertas. Mi método educativo tiene hoy día un reconocido prestigio y se ha aplicado con notable éxito en las Islas Canarias, México, Colombia, Bolivia y Argentina. He publicado artículos en revistas de impacto internacional y en congresos en Estados Unidos, Finlandia y España. Me han invitado a colaborar con nuevos artículos en Gran Bretaña y Asia. Hasta el momento el método Ballester me ha dado facilidades a mí y a los docentes que lo han aplicado, entre ellas, la de disfrutar de enseñar y aprender. Estoy muy agradecido a mi historia personal y a la vida, ya que gracias a ella he llegado a ser quien soy y a alcanzar el más prioritario de mis objetivos: el desarrollo académico y el crecimiento emocional de los niños y niñas. El método Ballester, que cada día funciona en más escuelas, no quiere cambiar la educación en el mundo, sino cambiar el mundo con la educación.

Tesis

 Tesis doctoral. La Didàctica de la Geografia. Aprenentatge significatiu i recursos didàctics de les Illes Balears.

Artículos

Artículos sobre el método Ballester, el aprendizaje significativo en el aula y los mapas conceptuales.

Videos

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Un minuto de valor I Foro de la Educación Innovadora.

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