¿Qué hacemos con el teléfono móvil en el aula?

Hoy en día los teléfonos móviles cada día tienen más funciones y tanto para los adolescentes como para los adultos se ha convertido en una herramienta imprescindible. Continuamente vemos en las paradas de autobús, en el coche, en los restaurantes… personas que utilizan el móvil sin tener en cuenta el lugar donde están o el espacio en el que se encuentran y los mismos adultos no nos paramos a pensar si lo estamos haciendo bien o no. Entonces, ¿qué hacemos con el teléfono móvil en el aula?

Las escuelas son centros educativos y es necesario dar una respuesta educada y coherente a los jóvenes sobre la manera de funcionar con el teléfono móvil que muchas veces es errónea.

El uso del móvil en las escuelas tiene un valor muy importante, porque, desde mi punto de vista, tenemos que enseñar a los jóvenes a emplear el móvil bien y en diferentes lugares. Por ejemplo, ellos deben saber que en un concierto, por ejemplo, deben tener el móvil apagado. Ellos deben saber que en un avión, si no tienes el modo de uso de avión, deben tenerlo apagado. Dentro de una iglesia, por ejemplo, se debe apagar o silenciar. Hay otros lugares en los que sí lo pueden tener encendido. Es decir, no creo que sea una cuestión tanto de prohibir, sino de usar los recursos que tenemos, el móvil y otros, cualquier tipo de recurso didáctico, con un uso educativo y con un uso adecuado al tiempo actual.

Los teléfonos móviles tienen ya a las personas conectadas a Internet de forma ininterrumpida. Por ello, no podemos ir en contra de esto y sí habría que aprovecharlo como una oportunidad para el aprendizaje. No nos podemos tapar los ojos ante una realidad que ha llegado para quedarse.

¿Prohibimos el teléfono móvil en el aula?

Prohibir el uso del móvil en las escuelas crea más oposición y conflicto entre el profesor y el alumno. Es necesario explicar y hacer que los alumnos aprendan que, del mismo modo que el centro educativo no puede tomar fotos a los alumnos cuyos padres no han dado permiso escrito por los derechos de imagen, los alumnos no pueden hacer fotos de otras personas —ya sean alumnos, profesores o personal no docente— sin su permiso expreso y, en el caso de los alumnos que son menores, de sus padres.

En caso de tener problemas en este sentido, lo mejor es detener el currículo y hacer por ejemplo una actividad de aprendizaje de alto impacto a todos los alumnos del centro para dar una solución educativa al problema. Debemos recordar que somos centros educativos y no centros prohibitivos.

Es necesario que haya una norma clara en el aula asumida por todos de que se va a usar el teléfono móvil solo con el permiso del profesor para centrarse, buscar información y trabajar el tema que se está estudiando.

Cambio metodológico

En una distribución jerárquica de la clase, donde el profesor dicta clase, y los alumnos repiten lo que el profesor dice, está claro que es más difícil hacer funcionar el teléfono móvil en el aula. Pero cuando son los alumnos los que están activos, y es el profesor el que supervisa y coordina, cambia totalmente la dinámica de la clase.

¿Por qué hay tanto fracaso escolar? Porque los alumnos están pasivos y el profesor está activo. Entonces, si cambiamos la dinámica y es el alumno el que está activo, y el que hace el trabajo, y el profesor es el que supervisa y coordina, el rendimiento académico sube mucho más, y usando recursos diversificados: los libros de texto, el móvil, fotocopias… Información que puedan extraer de otros libros, de la biblioteca.

Tener todo tipo de recursos didácticos hace que los alumnos se motiven más para el aprendizaje y tengan también más resultados de rendimiento académico.


Recursos didácticos

Los recursos diversificados motivan, estimulan y centran la atención del alumnado en actividades educativas y, en una presentación coherente de las experiencias de aprendizaje, limitan, e incluso anulan, los problemas de actitud y de disciplina en las aulas.
Los recursos diversificados respetan la heterogeneidad de las clases y dan una respuesta a la individualización de la enseñanza; con recursos variados podemos llegar mejor a las capacidades particulares y peculiares de los niños, lo que facilita la atención a la diversidad.

El teléfono móvil es un recurso didáctico muy potente si ayudamos a los alumnos a emplearlo con sentido y de manera educada. Enseñar no es una tarea fácil, pero con un conocimiento de las herramientas, de las estrategias y de los recursos, podemos conseguir ilusionar al alumnado, de manera que se despierte su potencial de la creatividad y del interés y podemos disfrutar —también el profesorado— de la satisfacción insustituible de enseñar y aprender.

Steve Wozniak, cofundador de Apple, dice: «Lo que enseñas no es lo importante, sino cómo lo enseñas. La educación ya no puede versar sobre lo bien que podemos conocer el pasado, sino sobre lo bien que podemos preparar el futuro».

*Nota: Para la realización de este post he utilizado el teléfono móvil para anotar las ideas principales que he tenido que tener en cuenta. Me he comunicado por Whatsapp con mis colaboradores, he consultado Youtube y grabé un vídeo de mis clases del que he extraído una foto de una alumna con autorización de sus padres de los derechos de imagen.