«En la NASA, hemos usado los mapas conceptuales como una forma de hacer resúmenes de las sesiones de lluvia de ideas sobre futuras exploraciones del espacio; también he­mos usado los mapas conceptuales como una forma de ex­plicar las misiones futuras. Muchas empresas transnaciona­les con las que trabajamos no quieren contarlo porque usar esta herramienta es una ventaja competitiva y no quieren que la competencia se entere».

Alberto J. Cañas es director asociado del Institute for Hu­man and Machine Cognition de Pensacola, Florida, EE.UU. Se graduó de Ingeniero en Sistemas Computacionales en el Ins­tituto Tecnológico de Monterrey de México. Fue Doctor Honoris Causa por la Universidad Castro Carazo, en Costa Rica. Fue director del Centro Latinoamericano de Investigación en Edu­cación de IBM en Costa Rica. (Educar y aprender, pág. 109).

El mapa conceptual de Novak

El instrumento más pertinente para promover el aprendi­zaje significativo es el mapa conceptual de Novak. En este, los conceptos que se presentan deben estar conectados con una coherencia interna y una conexión adecuada. En los  mapas conceptuales, los conceptos se presentan en forma de jerarquía o niveles, de lo general a lo particular.

Para trabajar y entender un mapa conceptual, es imprescindi­ble conocer bien los conceptos básicos previos. Además, hay que diseñarlos de forma que se garantice la comprensión con una presentación clarificadora de los conceptos.

El mapa conceptual es un instrumento muy potente para detectar las ideas previas del alumnado en forma de evalua­ción inicial. De esta manera, podremos facilitar al alumnado nuevas asociaciones entre los conceptos. También podremos usar los mapas conceptuales tanto para comprobar el aprendizaje de los alumnos como para guiarlo.

Los mapas conceptuales se pueden utilizar en todos los ni­veles educativos. En educación infantil se pueden confeccionar mediante fotografías o dibujos. En niveles universitarios se pueden desplegar sucesivos mapas de cada concepto para estructurar, relacionar y pro­fundizar en los temarios o preparar, incluso, oposiciones. Supone, en este sentido, un poderoso instrumento para mejo­rar la calidad educativa.

CmapTools

Existe un excelente software para la construcción de mapas conceptuales creado en el Institute for Human and Machine Cognition (IHMC) de West Florida University, que se puede obtener gratuitamente desde la web http://cmap.ihmc.us para una utilización no lucrativa. Este programa, denominado CmapTools, permite confeccionar mapas conceptuales con los conceptos y sus palabras de enlace. Al mismo tiempo permite que cada uno de los conceptos sea practicable.

Es decir, se puede colocar en cada uno de ellos una fotografía, una filmación en vídeo, un texto, un archivo de sonido, otro mapa conceptual complementario de este concepto, etc. (En esta foto se ve el mapa conceptual de la mitigación de la radiación en el espacio de la NASA-IHMC). Puedes ver más información en la web https://www.mapaconceptual.com/

Antes de llevar al alumnado al programa CmapTools, es muy importante que el profesorado aprenda, primero, a hacer mapas conceptuales de manera correcta y que enseñe a los estudiantes a hacerlos. Es importante diferenciar los conceptos dentro de la elipse o del recuadro. Si se elige elipse, siempre será elipse; si se elige recuadro, siempre será recuadro. Siempre se usarán las palabras de enlace para relacionar los conceptos. Los mapas conceptuales son mapas de conceptos relacionados con palabras de enlace que forman proposiciones.

Recursos didácticos

Para los autores de la teoría constructivista Ausubel, Novak y Hanesian, los auxiliares o recursos didácticos como los modelos, las diapositivas, las pe­lículas y la televisión permiten dilucidar conceptos y ampliar la variedad de los ejemplos. Su valor radica, principalmente, en el hecho de que pueden complementar un programa de enseñanza bien planeado.

Los recursos manipulados como ilustración de las experien­cias del alumnado, con diferentes entradas de información, con las experiencias de aprendizaje dispuestas de manera sig­nificativa, potencian el aprendizaje y aumentan la motivación y el interés. Es necesario, por consiguiente, que aquello que los recursos ilustren esté conectado y sea coherente con los conceptos de toda la experiencia de aprendizaje.

La necesidad de integrar los recursos en las experiencias de aprendizaje es también extrapolable a otros elementos de apo­yo de la actividad docente. Por ejemplo, el trabajo sobre los textos, los recursos audiovisuales, los teléfonos móviles o las salidas escolares. Lo que interesa es ilustrar al alumnado.

Esto debe hacerse siempre de manera integrada con los instrumentos para el aprendizaje significativo, como es el caso del mapa conceptual, que organiza y da coherencia a los conceptos estudiados. (Método Ballester, pág. 36-38).